El primer astronauta español en Marte Un día, en el 2020 el único astronauta español llamado Franklin quería cumplir su sueño de coger un nave a Marte. En el despegue se mareo un poco pero cuando llevaba un buen rato le empezó a coger el truco. Cuando salio de la atmósfera contemplo por primera vez lo bonito que era el espacio. Al aterrizar en Marte se dio un susto porque se creía que había visto algo, lo estaba buscando. Fue una persecución muy emocionante. Al final Franklin lo encontró. Era un alíen. Tenia la cara como una bola de billar, la nariz cuadrada, los ojos rojos, los pies que median un metro y medio y decía que se llamaba Ozinbawe. Sabia hablar un poco el español. Al largo de unos cuantos días ya se llevaban mucho mejor. Pero si les descubría el ejercito marciano a Ozinbawe le podrían matar. Una noche fría en el planeta Marte el astronauta Franklin salio a dar una vuelta por el barrio de Slekinton. Había un guardia con una pistola y una espada de Leonardo Dabinchi. Eso quería decir que los marcianos habían estado alguna vez en la Tierra. Se escondió porque no quería que le vieran y mataran a Ozinbawe. Luego cuando se estaba alejando de el guardia venia otro por su espalda. No sabía que hacer. Después con mucha suerte para el astronauta Franklin se paro un coche que le tapaba la vista a el guardia y le daba tiempo a escapar de ese terrible apuro. Cuando llegó a casa de Ozinbawe se pusieron a hablar de cosas que podrían pasar en el futuro si el ejercito marciano les descubriese. Luego el astronauta Franklin se fue a la cama, en su primera noche en Marte. Al día siguiente unos guardias estaban vigilando el desierto de Smuhunsam. Cuando pasaban por alado de una casa desierta vieron que en la parte de detrás había una nave espacial. Siguieron las huellas que habían dejado Franklin y Ozimbawe en las arenas de un cálido desierto. Cuando llegaron asta el final vieron que era la casa de Ozimbawe. Llamaron a la puerta unas cuantas veces pero no les abrían tiraron la puerta abajo. Por suerte Ozimbawe se había ido a hacer la compra y Franklin se fue a ver en que estado estaba su nave para la vuelta a la Tierra. Cuando aun Ozimbawe estaba haciendo la compra Franklin volvía a la casa de Ozimbawe aun estaban los policías. Cuando Franklin estaba entrando en la habitación de invitados los policías le preguntaron si era el que venia con la nave. Le contesto que si. Por no ser un marciano. Lo llevaron en un automóvil asta la prisión de Scamblach. Lo metieron en la celda 1128. El pobre astronauta no sabia porque le habían secuestrado. Le dijeron que le habían secuestrado porque era un humano. Desde ese momento paso su primera noche en prisión. A la mañana siguiente le llevaron a un juzgado. El juez dijo que estaría en la cárcel un millón de años. Cuando pasaron unos cuantos años el astronauta se escapo de la prisión. Luego se busco una casa en Marte. Unos cuantos días después cuando se fue a hacer la compra se encontró de nuevo con Ozimbawe, en un mercadillo de su barrio. Como toda la gente se saludaron y se dieron dos besos. Después Ozimbawe le invito a tomar un té. Después de tomar el té, el astronauta regresó a su casa. Cuando llegó a su casa se puso a escribir en su diario secreto las aventuras que había tenido ese día. Al día siguiente cogió lo mas importante porque tenia que regresar a la Tierra con su nave. Cuando llegó a la se puso el cinturón de seguridad y puso en marcha el motor. Cuando cruzo la atmósfera se subió a al transbordador espacial, arranco los motores y se puso a pilotar lo. Cuando aterrizo en el aeropuerto de Barajas toda la gente le estaba haciendo fotos. Después de bajar del transbordador fue a las noticias de RTVE y ahí contó todas las aventuras que había tenido en Marte.
Me ha gustado mucho tu cuento
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